¿Cambio de ciclo?

En estos tiempos duros para mucha gente y en especial para mi debido al último hachazo a mi maltrecha economía dado por una pandilla de sinvergüenzas que con un único objetivo y que es la venganza, tengo que volver a romper una lanza en favor del deporte. Me está ayudando a mejorar mi visión del futuro, y de como afrontarlo con el optimismo y las ganas de superación que siempre me han acompañado.

Por eso, sigo entrenando, sigo estudiando, sigo pensando que no puedo quedarme esperando a que me lluevan las cosas del cielo. 

Se que para salir de este agujero en el que nos están metiendo a los trabajadores públicos tengo que prepararme mas, seguir estudiando mas y otras cosas, buscando nuevas metas, no desfallecer en mi idea de llegar a donde me merezco, y que no es otro sitio que el éxito y la cumbre mas alta... Se que esto no puede ser para siempre, tengo que estar preparado para cuando la oportunidad salte. Y así con todo.

Esta mañana, el deporte y mis amigos me han vuelto a dar ese chute de optimismo, necesario para seguir adelante. Ayer estaba en un mínimo de fuerza mental, los chorizos de la Junta habían conseguido desmoralizarme, pero no podrán conmigo.

Con todo esto, esta mañana quedamos para hacer nuestro entreno de cuestas y escaleras, ese que tanto nos gusta, por que es la antesala de "el kilómetro de la muerte". A las 6.30 de la mañana nos hemos ido reuniendo en torno al circuito de fuerza diseñado por el gran Rejón, nuestro mister y referente atlético. Tras negociar con Rafa Castro la hora, nos reunimos las muelas voladoras para hacer el entreno. Alberto se volvió a unir tras estar toda la noche currando en el MercaCordoba, tiene mérito el tío. El gran Victor se nos incorpora en la segunda serie de escaleras, tras llegar a ritmo de 3.10/km y despues de hacer su escondida de turno, la cual todavía me sigue asustando.

Entre cachondeo variado y ataques a la moral de Rafa con el objetivo del Gofit, proseguimos con el entreno que consiste en hacer las 6 escaleras, y las 8 cuestas de 150m. El ritmo no era muy rápido, a algunos se le veía el plumero, guardando fuerzas. Cualquiera que nos viera diría que estamos locos, pero las carcajadas y las voces se tendrían que oir mas allá del río. Merece la pena el madrugón solo por reirnos de esta manera.

Una vez hecho el trabajo de fuerza, llega lo mejor, los 1.000 metros de transferencia de fuerza a carrera. Así que nos dispusimos en el arco de salida. Ya las miradas no se cruzaban. Cada uno con su estrategia esperando a dar la salida. Rafa no me contesta a mis preguntas, empieza la tensión precarrera, las zapatillas están echando humo. Por mi mente solo se me pasa la idea de reventar, son solo 1000 metros, hay que reventar.

Los pitidos de los cronos marcando la salida, nos pone a volar. Me lanzo a tope, decidido en no expecular con nada. Pero me freno esperando a éstos...hasta que, llevando escasos 300 metros se me aparece el espíritu del gran Rejón delante mía,  "tío el que pueda que te siga, hay que ir a tope desde el principio". Y cambio de ritmo, no miro el reloj ni parcial ni historias. Solo pienso en dejar todo el odio engendrado en estos días en las cunetas de la carretera. Cerca de los 500 metros se me desata el cordón, me digo que si se sale la zapatilla, ahí se queda, pero a estos los machaco hoy. No miro para atrás, no escucho a nadie. Solo escucho bufidos a lo lejos. Miro para atrás para cruzarme de acera. Casi me arrolla un coche. Veo a Rafa atrás. Voy sin tregua, sin remedio hacia la victoria. Espero que me coja Rafa, pero sigo solo, hoy no va a ser. Aprieto lo que puedo, el corazón me pide mas, la respiración fuerte, pido mas madera para mis piernas... Llego a meta, pico y miro el tiempo, marcamos el nuevo record del circuito en 3:07'', Rafa en 3:11''. , Victor en 3:15 y Alberto en 3:25... espectaculares todos. 

Os lo podeis imaginar, la que se lió despues en los escasos 300 metros que trotamos juntos hasta dejar a Rafa en el Vial norte... muchas risas nerviosas, presagiando un ... ¿cambio de ciclo?. Habrá que sufrir mucho para que esto pase, pero hoy me he vuelto a demostrar que la mente puede con todo, hay que darlo todo, y que si revientas, pues no pasa nada, solo eso, que has reventado.

El caso es que despues de ducharme y estirar, empiezo a encontrarme mejor de ánimo, de hecho se que nada ni nadie podrá conmigo, no solo por el hecho de haber CALENTADO A RAFA, si no por la limpieza mental que me ha dado los mil metros a tope que nos hemos marcado. No me ha quedado veneno dentro. 

PD: destacar el entreno del sabado con Victor, subida a las Jaras en bici y carrera por la sierra, no tiene precio.