Con la motivación de vacaciones

que tal, hace días que no paso por aquí, solo para contestar a los coleguillas que se dignan en dejarme algún comentario.
La última carrera oficial fue la de las Quemadas. Desde entonces, no he levantado cabeza. Los entrenos no han sido muy destacables, debido al magnifico contracturón que me acompaña desde hace 2 domingos. Gracias a él, los entrenos de carrera se resumen en 2 minutos de seudotrote sin saber como apoyar el pie, y 10 minutos de vuelta cojeando a casa cagandome en tó. A los 2 días otra salida de 3 minutos y otros 10 de vuelta andando jurando que jamás volveré a hacer deporte.
A esto se le unió un rayamiento durante todo este pasado fin de semana en el que no quería ni ver deporte por la tele. Odiaba todo lo que tuviera zapatillas de deporte. Estaba asqueado de lesiones. Si miro para la izquierda, la rodilla no me dejaba apoyar ni girarme. Si miro a la derecha, el sóleo me pinchaba. Así que me he tirado todo el fin de semana, jurando y perjurando que no volvería a hacer deporte.
Gracias a Dios, el lunes me levanté a eso de las 7 de la mañana y me cogí la bici para hacer lo que me apetecía. Llevaba tiempo queriendo hacer la subida al Muriano por el 14% y bajar por la carretera antigua. Y ese día la hice. Me vino bien, llegué con un subidón a casa. Disfruté como hacía tiempo. Este recorrido hasta el Muriano me trae muy buenos recuerdos, y sobre todo ese km duro donde los haya.
Ya hoy he vuelto a salir pero mas temprano, también para hacer otra ruta que tenía pendiente, la de la media de Almodovar, pero el resultado ha sido diferente. Ha sido aburrida con cojones. Solo he disfrutado un rato entre el Higueron y Villarubia en que me he enganchado con un tío con bici de carretera que me ha llevado a algo mas de 32 km/h. El resto hasta el colegio donde está la meta de la media maratón, yo solito y los coches silbando al lado mía. Lo peor fue, cuando estaba allí y tenía que volver. A punto de llamar a mi hermano, pero, gracias a Dios no eché el móvil, así que a remar de vuelta. Aún mas aburrido. El caso es que al final llegué a casa con 52 km en las patas en algo mas de 2h20. Despues de una mañana de guerra autentica con la familia numerosa que me he montado, llego a casa y a la piscina. Pruebo a nadar mientras Pablito hace de las suyas mojandole la ropa a la gente de la piscina, me hago el loco. El caso es que he podido hacer 13largos de unos 15m, lo que salen casi 200m, no es mucho pero por algo se empieza.
Ahora, tras recibir el plan de entreno de Victor y haber charlado con las muelas voladoras, empiezo a tener algo de ganas de probarme para correr, no sin el miedo de que la lesión me vuelva a dar el tostón.