Locuras al amanecer...

como va la cosa?

las muelas voladoras no ha corrido ninguna carrera ni tenemos pensado hacer ninguna que no sea la media de Córdoba. Hacía tiempo que no escribía, no tenía ganas ni tiempo, pero los entrenos de este mes bien merecen una entradita o al menos dejar constancia de ellos.



Pues bien, las muelas voladoras no tienen otra cosa que hacer a las 6.30 am que juntarse para salir a entrenar. Si, a las 6.30 de la mañanita, a esa hora en la que todavía estas en el catre y te queda un buen rato.

Eso significa que a las 6.00 ya tengo que estar levantandome para poder reunirme con los chalaos de Rafa y Victor. Es una hora pelín intempestiva, pero es a la unica a la que nos podemos reunir los 3. El caso es que nos tenemos que adecuar a Rafa-Bruno ya que a las 8 tiene que quedarse con su niña. Se está barajando la posibilidad de incrementar la cuota del club para poner una niñera y evitarnos tan magnificos madrugones, pero por ahora el saldo de la caja del club se sigue invirtiendo en lo que de verdad importa: el peaso perol que vamos a montar para el puente de la Inmaculada.

Digno de recordar fue el entreno del martes pasado, con el temporal de agua y viento ahí que nos plantamos a las 6.30 de la mañana en la Asomadilla, para comernos unas magnificas 10x1000 m a 3.50 (el que suscribe) y a 3.40/km el Bruno... de locos. Pero las sensaciones vividas no se pueden contar. Es una sensación de poder con cualquier cosa despues de acabar. Ese entreno bien vale una media maratón a 1:24 o a 1:19.

Otro entreno digno de recordar, el del domingo pasado en Assuan. Quedamos a las 8 de la mañana para hacer la tirada de 90 minutos por el campo. Yo, en mi estrategía de hacer que estos dos cojan peso y se pongan peponas para poder machacarles como el día del Zoco, jeje, me presenté allí con una caja de recortes de dulces. Sabía que no se iban a poder negar... a Rafa le faltaban manos para coger recortes y Victor los miraba con dos lagrimones en los ojos, pero cayó. Lo que no sabía es que me tenían preparado el circuito de la muerte. Nos lo pasamos como los indios, pero mi menisco dijo que tararí. Ahí me di cuenta que me estaba convirtiendo en una amenaza para estos 2 satelites. Me dejaron KO despues del entreno, vamos me tiré un día en el dique seco, fui el cazador cazado...

Este parrafo lo estoy añadiendo varios dias despues de haber escrito, pero el caso es que no podía dejar pasar este listado de magnificas sensaciones sin contar esas tiradas dominicales a las 8 de la mañana con Victor por el canal. Las charletas son para grabarlas, pero sobre todo hoy, domingo 14 de noviembre se vuelve a demostrar que no hay mejor elixir para curar cabreos y cables cruzados que contarselos a tu colega de fatigas. Al pobre Victor le he dado una chapa espectacular, no le dejaba ni abrir la boca. Empecé a entrenar de mala leche y acabé feliz y contento. Tío, te has ganado el cielo, vaya tabarra te he pegao hoy, pero yo tambien necesito sentarme en el diván... jeje

Tampoco tiene precio recorrer Córdoba aun de madrugada, apagando como quien dice las farolas, pasando por el casco antiguo, la Mezquita iluminada o por la ribera del Guadalquivir, charlando de nuestras locuras y viendo la cara de la gente con la que nos cruzamos diciendonos que estamos colgaos.

No se si conseguiremos nuestros objetivos, pero lo que está claro es que lo hagamos o no, nadie nos puede quitar ni la ilusión con la que entrenamos, ni los buenos ratos que estamos echando. Esta entrada va por vosotros, ánimo lo vamos a conseguir.